El Cuento de Navidad

Sin duda la Navidad ha llegado a ser las más conocida fiesta mundial. Y, aunque su propósito es la celebración del nacimiento de Jesucristo, con los siglos ha crecido en turno del relato Bíblico una cantidad de leyendas y mitos, y con un rival en la persona legendaria de Santa Claus. No solo esto, sino que los ateos les gustaría eliminar de la fiesta toda referencia religiosa, y llamarla la fiesta del invierno.

No obstante, la Biblia nos describe, sin adornos legendarios y adiciones, míticas que Jesucristo nació de la virgen María en el pueblo de Belén. El relato histórico y bíblico es más que suficientemente hermoso y dramático sin la adición de nada ficticio. Como con todas las demás cosas, debemos consultar con la Biblia y aceptar lo que dice, porque es la Palabra de Dios y no debemos quitar nada de ella ni añadir nada a ella.

Alabado sea el nombre del Señor que la palabra español ‘Navidad’ es tanto mejor que el título ingles  ‘Christmas’ porque refleja más fielmente el relato bíblico del milagroso suceso.


Ciertamente la fiesta navideña debe ser celebrada por los cristianos serios y comprometidos, a pesar de los excesos que la acompaña en muchos lugares, porque testifica del nacimiento más importante de todos los tiempos. Los creyentes deben ser un ejemplo con su adoración gozoso en su iglesia local y después con una comida celebratoria en su casa con los miembros de la familia; y tal vez invitando a alguien que vive solo y tiene necesidad. Los creyentes debieran tomar también la oportunidad de evangelizar durante este tiempo cuando la gente, en general, está más abierta para escuchar el evangelio.

No se olvida, si hay niños presentes en las celebraciones de la familia de contarles, sin adiciones legendarios, que estáis celebrando el nacimiento de Jesús. Si los niños son más maduros leerles la historia desde la Biblia misma, usando tanto el evangelio de Mateo como lo de Lucas.

Por supuesto, Jesús no nació el 25 de diciembre: esta fecha fue escogida arbitrariamente, utilizando la fecha de lo que habría sido una fiesta pagana. La Biblia no nos da la fecha exacta del nacimiento de Jesús, pero, sí, nos da bastantes detalles acerca del acontecimiento, y, sobre todo, nos da la razón para que Jesucristo, el Hijo de Dios, viniera a la tierra.

El ángel dijo a José – No temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados – Mateo 1: 20 y 21


NOTA: El nombre ‘Jesús’ es la forma Griega de la palabra hebrea ‘Josué’ que significa – ‘Jehová salva’. Fue Josué, no Moisés, quien condujo a los Hijos de Israel a través del río Jordán a la Tierra Prometida. Moisés

representó la Ley, y la Ley no puede salvar, solo puede condenar. Es Dios mismo, en la persona de su Hijo Jesucristo, quien nos salva, y por su gracia nos lleva al cielo.

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se glorié – Efesios 2: 8

Jesús estaba lleno de compasión, sanaba a los enfermos, alimentaba a los hambrientos, y sus enseñanzas fueron sin par. Sin embargo, la razón principal de su venida fue para morir en la Cruz y salvarnos de nuestros pecados.

El ángel dijo a los pastores en aquella noche buena – No temáis; porque he aquí, os doy nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor – Lucas 2: 10 y 11

“No temáis”  nos dice el Ángel, y los creyentes en Cristo tienen todas las razones para no temer, porque Jesucristo ha roto el poder de Satanás, y la puerta de la libertad está abierta de par en par. El último enemigo de la humanidad has sido vencida - la muerte. - y así, las buenas nuevas del nacimiento de Cristo nos habla, no solamente de esta vida, sino de la vida venidera.

Pide a Dios que Jesucristo ‘nazca’ en tu corazón y que tome control de tu vida durante esta navidad y así puedes conocer el gozo y la certidumbre de la vida eterna.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna – Juan 3: 16


Es bueno notar que la historia del nacimiento de Jesucristo es manifiestamente basada en la verdad histórica. El pueblo de Belén (la ciudad de David) donde él nació puede ser visitado hoy, y el escritor de uno de los evangelios, Lucas, empiezo a relatar la historia del nacimiento de Jesús, citando ciertas estadísticas – Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, la ciudad de David; para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta – Lucas 2: 1 a 5.

El comentario de Lucas acerca del censo ha sido confirmado como correcto en todos sus detalles, por los documentos romanos de la épica.

Las palabras finales del ángel a los pastores los contaron con toda claridad quien es el Salvador –

“El es Cristo el Señor” – Lucas 2: 11

La palabra ‘Cristo’ es el título de Jesús, y es el equivalente de la palabra hebrea – ‘Mesías’ que significa – ‘El Ungido’ o ‘El Escogido’, y así que leemos en el libro de Hebreos – El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismos, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos – Hebreos 1: 3

Y Jesús mismo dijo a sus discípulos – Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra – Mateo 28: 18

Y, desde luego, todo esto empezó cuando el ángel Gabriel apareció a María, un descendente joven y virtuosa del Rey David, y la dijo – “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios” – Lucas 1: 35


Con aquellas palabras el ángel declaró lo que debe ser considerado uno de los milagros de Dios más maravillosos de todos los tiempos – ¡Uniendo la divinidad con la humanidad eternamente!

Hay, una parte más de la historia de la Navidad que no debe ser omitida, y sí leemos en el evangelio de Mateo nos encontramos con el siguiente relato - Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y vemos a adorarle.

Los principados de Jerusalén buscaron en las Escrituras y dijeron, “En Belén de Judá”, porque allí está escrito en el libro del profeta Miqueas – Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad – Miqueas 5: 2

Habiendo oído esto los magos emprendieron de nuevo su viaje – Y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, le adoraron; y abriéndose sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra – Mateo 2: 1 y 2 con 9 a 11

Las legendas y las tradiciones se diferencian bastantes de la cuenta Bíblica con respecto a la visita de los magos, Por ejemplo, La Biblia no dice que  fueron reyes y que representaban las tres razas mayores del mundo; y tampoco nos da sus nombres, así que, Gaspar. Melchor y Baltasar son solo figuras míticas. Tan poco la Biblia nos da el número de los magos, solo dice – vinieron del oriente unos magos. Mateo 2: 1. El número tres ha sido una suposición  basada en el número y tipo de los regalos que ellos presentaron al niño, pero esto no es conclusivo en cuanto al número de los magos. Sin duda, los magos viajaron con muchos siervos y probablemente una escolta militar porque la relata bíblica dice que Jerusalén estaba muy estorbada con su visita.


Cuando los magos finalmente llegaron a Belén se hubieran encontrado con un niño de entre uno y dos años de edad sentado sobre la rodilla de su madre María. Debemos admirar la fe de los magos. No hallaron el niño Jesús en un palacio con padres reales, sino con unos padres campesinos en una casa modesta, sin embargo, sin vacilación alguna – postrándose, lo adoraron – y entonces le presentaron sus regalos.

Oro – porque fue destinado de ser REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.

Incienso – porque fue destinado llegar a ser el Sumo Sacerdote de su pueblo.

Mirra – Porque fue destinado a morir en una cruz para salvar a su pueblo de sus pecados.

Tanto a Los ángeles, como los pastores y los magos, vinieron al pesebre para extasiarse en adoraron ante el nacimiento de Jesucristo.

¡Ellos sabían, muy bien, que éste no fue un bebe cualquiera y corriente!

Los profetas de antaño profetizaron de su nacimiento y cuando nació, una estrella especial brillaba sobre Belén, mostrando el camino para los que le buscaban.

Espero que os goce en los adornos navideños, y de aquella comida de Noche Buena tomada en el seno de tu familia, y ver el deleite de los niños con sus regalos, y los saludos de los vecinos en este tiempo de buena voluntad, porque estas tradiciones son buenas e inofensivas.

Pero, sobre todo, que das acción de gracias a Dios por el don incomparable de enviar a su Hijo amado, como el babe de Belén, para morir por nuestros pecados.

Búscale esta navidad con todo tu corazón, para que nazca en tu corazón y transforma tu vida eternamente.

Feliz Navidad y Prospero Año 2017

Pastor Gordon "Guillermo" Burgess
Iglesia Evangelica - San Juan de Alicante


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