En los últimos dos artículos yo buscaba mostrar como los Cristianos evangélicos se diferencian de la iglesia Católica Romana en ciertas doctrinas y cuestiones importantes. Me gustaría decir que no soy un amante de la controversia, y estoy seguro de que no sería un ganador en un debate; no tengo aquel instinto que sepa que el oponente está con cuerdas.Como un ministro cristiano debiera siempre tratar de entender la opinión de otro, aun si no puedo e acuerdo con ella. Sin embargo, creo que sea necesario señalar las diferencias con claridad, y, por esto, quiero ha la madre de Jesús, María.
Puedo recordar, hace muchos años, a un adolescente irrumpiendo en el local en medio de un c gritando: "Malditos no creéis ni en Dios ni en la Virgen". Por supuesto el pobre chico solo estaba reaccionado lo que le habían enseñado; y podemos dar gracias a Dios que aquellos tiempos han cesado hace ya muchos a que nos gozamos, en general, de la libertad religiosa en España.
Todos somos libres de creer según nuestra propia convención personal, y cambiar aquella creencia, si lo deseamos sin temor - esto es, por supuesto, un derecho humano. Los evangélicos creen todo lo que las Escrituras enseñan acerca de María, nosotros la honramos como uno de l grandes ejemplos de fe y fidelidad.
Solo tenemos que reflexionar sobre su reacción ante el anunciamiento del arcángel Gabriel, que le dijo que iba a quedarse encinta, aunque era virgen. Y que el niño que nacería sería llamado Hijo de Dios - Lucas 1: 35. ¡Jamás ha un anuncio tan extraordinario!
Al fin y al cabo ella era una doncella muy joven, no es de sorprender que estuviera turbada por las palabras del no obstante, su fe no falló ni por un momento sino que ella contestó:
"He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra, y el ángel se fue de su presencia" - Lucas 1: 38
Aquí vemos un ejemplo sin par de fe en Dios y sumisión a su voluntad. Puede preguntar. ¿Estas tú listo para entregar tu vida a la voluntad de Dios como lo hizo María? ¿Estás listo para dar gracias a Dios y glorificar su nombre por bondad para ti tal y como lo hizo María en expresión profética maravillosa; que llamamos "el magníficat"
"Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque has mirado la bajeza sierva, pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. Porque me ha hecho grandes cosas el Todopoderoso; Santo es su nombre" - Lucas 1: 46 a 49
Bienaventurada eres, por ser escogida por Dios como el instrumento por medio del cual el Hijo de Dios vino al mundo. Como lo expresa el apóstol Juan -
"Aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria del unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad" - Juan 1: 14
Si eres un creyente dale acción de gracias por haber salvado tu alma como lo hizo con María, y si no eres crey que no practicas entonces pídele que venga a vivir en ti por el Espíritu Santo y vendrá perdonándote los pec dándote una vida nueva.
Leemos esto acerca de la madre de Jesús - "María guardaba (atesoraba) todas estas cosas, meditándolas en su corazón" - Lucas 2: 19
La visita de Gabriel a Elisabet la madre de Juan el Bautista, la unción del Espíritu Santo y la venida de los Magos con sus presentes. La fe siempre atesora y reflexiona sobe la grandeza de Dios tanto en el pasado como d el futuro eterno. El apóstol Pablo nos dice - "Que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios - Rom: 10: 17 ... Que responsabilidad, pero María lo cumplió con esmero y fidelidad.
Vemos a María otra vez contemplando con dolor y horror los sufrimientos de Jesús en la cruz, porque querría sintiera su amor y su respaldo durante aquellas horas tan largas y terribles. Jesús mismo le encomendó al cuida apóstol Juan quien le dio cobijo en su casa y de donde, muchos años después, ella relató a Lucas todas aquella acerca del nacimiento de Jesús que ella había atesorada en su corazón.
La última vez que ella aparece en el Nuevo Testamento fue con los ciento veinte en el aposento cuando el E Santo vino como un viento recio, llenando a todos lo que estaban allí con éxtasis espiritual y dando nacimiento iglesia que sigue expansionándose hasta el día de hoy.
Hay muchos grandes figuras en la Biblia aparte de Jesús mismo, aunque él supera a todos - Abraham, Moisés David, y Juan el Bautista para nombrar solo algunos de los más destacados, pero María la virgen madre de Je única, escogida como el instrumento de Dios para el milagro más grande desde la creación del hombre y para madre del Salvador de la humanidad. Por esto, los cristianos evangélicos le honran y le llaman - "bienaventurado como ella misma dijo- "bienaventurada".
Sin embargo, elevar a María a un nivel que ni Jesús, ni el Nuevo Testamento la da; no la honra. Jesús dijo fariseos -
"(os invalidáis) la Palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido" - Marcos 7: 13
Y esto es lo que la iglesia Católica Romana ha hecho en cuanto a María la madre de Jesús.
Para muchos Católicos Romanos, aunque no todos, ella es tan importante como el Señor Jesús mismo. Muchas mujeres católicas oran a ella y invocan a ella más que a Jesús, y adoran a sus imágenes, lo cual es claramente id en su forma más patente.
El Nuevo Testamento es muy claro en cuanto a la adoración y oración; debemos orar y pedir al Padre, en el nombre de Jesucristo por el Espíritu Santo.
